Monarquía:
La Monarquía se instauró en Roma en el 753 a.C. y permaneció vigente hasta el 509 a.C. Hay muchos momentos en los que la leyenda forma parte de la historia durante este período. Muchos historiadores romanos consideran este período como una anécdota e incluso ofrecen opiniones personales.
Basándonos en la leyenda, hubo siete reyes: Rómulo, Numa Pompilio, Tulio Hostilio, Anco Marcio, Tarquino Prisco, Servio Tulio y Tarquinio el Soberbio.
De este periodo destacamos:
· La familia era el núcleo social y estaba bajo el mando del pater familias.
· La sociedad se distribuía en tres tribus, que se subdividían en treinta curias que se reunían en comitia curiata (asambleas), encargadas de los asuntos religiosos, civiles y militares. Elegían también al rex (rey) y gobernaban en los períodos en los que aún no había sido elegido.
· El Senado estaba compuesto por cien ancianos de las familias más ilustres.
· El ejército alcanzó los tres mil infantes y trescientos jinetes.
La sociedad cambió ya que se establecieron cinco clases sociales diferenciadas por matrimonios y posesiones materiales y no por linaje. La economía también cambió y se basó en el comercio y la agricultura.
República
La República romana fue un periodo de la historia de Roma caracterizado por el régimen republicano como forma de gobierno, que se extiende desde el 509 a. C., cuando se puso fin a la monarquía con la expulsión del último rey, Lucio Tarquino el Soberbio, hasta el 27 a. C., fecha en que tuvo su inicio el Imperio. En la segunda mitad del siglo III a. C. proyectó su poder fuera de Italia. Esto le permitió unir a Cartago y Macedonia a sus territorios.
Al poco tiempo se convirtió en la mayor potencia del Mediterráneo, expandió su poder sobre las polis griegas. Durante el siglo II a. C. y I a. C. Roma experimentó grandes cambios políticos provocados por una crisis, consecuencia de un sistema acostumbrado a dirigir sólo a los romanos y que no era útil para controlar un gran imperio. En este tiempo se intensificó la competencia por las magistraturas entre la aristocracia romana, creando irreconciliables fracturas políticas que sacudirían a la República con tres grandes guerras civiles. Estas guerras terminarían destruyendo la República, y desembocando en una nueva etapa de la historia de Roma: el Imperio romano.
El imperio
Julio César y Augusto dominaron el final del régimen republicano y el principio del Imperio. Julio César era un general y político brillante, que supo sacar provecho de los problemas de Roma. Formó una alianza de gobierno con los cónsules Pompeyo y Crassus, llamada El Primer Triunvirato. Cuando Crassus muere, le declaró la guerra a Pompeyo y al Senado para obtener el poder único sobre Roma. Su error fue nombrarse dictador de por vida. Esto lo llevó a ser asesinado. Esta situación provocó 14 años de guerra civil entre Augusto, el heredero nombrado por César, y Marco Antonio, el sustituto del César. Augusto derrotó a Antonio en Actium en el año 31 a.C. por lo que ganó el poder absoluto sobre Roma. Augusto no decidió ser un dictador como César po lo que formó el Principado al que otorgó el poder real. Fue a partir de entonces cuando el Imperio había nacido. |
El ascenso del imperio:
El Siglo I d.C., con el reinado de Augusto, fue una época de gran expansión para el Imperio. Creció a través de la conquista o la anexión. A cada provincia se le otorgaba su propio gobernador y constitución y podriamos decir que se auto-gobernaban.
El Imperio daba a Roma unos beneficios económicos enormes, aumentando su riqueza en base a los impuestos provenientes de las provincias. Esto financiaba los ambiciosos programas de obras públicas en Roma, y permitía aliviar a los habitantes de la ciudad de sus propios impuestos.
La enorme propagación del Imperio significó que la influencia romana fuera propagada con gran intensidad. Su idioma, arquitectura, cultura, ingeniería y comida han dejado su huella hasta la actualidad. Exceptuando Gran Bretaña, agradecemos a los romanos, entre otras cosas, por las calles, el acebo y el muérdago y los baños.
La decadencia y caída del Imperio:
La decadencia en el Imperio tuvo lugar durante el Siglo IV d.C. Su gran territorio empezó a ser más difícil de proteger y las olas de invasiones bárbaras durante los Siglos III y V, presionaron los recursos del ejército. Las invasiones también afectaron a la economía, ya que el comercio se vió afectado y el dinero de las edificaciones públicas y las ceremonias se desvió al ejército.
El ascenso del Cristianismo también tuvo un gran impacto. Los aristócratas y la gente instruida prefirieron la vida dentro de la iglesia, debilitando el liderazgo de Roma. La gente cambiaron los templos romanos y el foro por las iglesias ubicadas en las afueras de la ciudad.
En el siglo V d. C. el Imperio estaba por los suelos y en el año 455 d.C los vándalos saquearon a la ciudad de Roma. Rómulo Augústulo,fue el último emperador y abdicó en el año 476 d.C. Este fue el fin del Imperio Romano de Occidente, aunque el Imperio de Oriente continuó hasta el Siglo XV.
No hay comentarios:
Publicar un comentario